Nuevo Clasicismo

Un nuevo Clasicismo: Desde el Renacimiento al Art Nouveau

La historia de la arquitectura es un viaje apasionante a través de diferentes estilos que reflejan las ideas, las creencias y las necesidades de cada época. A mediados del siglo XV surge un nuevo clasicismo: desde la recuperación de los ideales clásicos del Renacimiento hasta la búsqueda de la belleza en la naturaleza del Art Nouveau, este periodo abarca una rica variedad de movimientos arquitectónicos que han dejado una huella imborrable en el mundo.

Del Renacimiento al Barroco: La Búsqueda de la Belleza Clásica y la Exuberancia Barroca

El Renacimiento (siglos XV y XVI), marcado por el interés por la cultura clásica, se caracterizó por la búsqueda de la armonía, la proporción y la belleza ideal. Los edificios renacentistas, como la Basílica de San Pedro en Roma, se caracterizan por sus fachadas simétricas, columnas clásicas y cúpulas majestuosas.

El Barroco (siglos XVII y XVIII), con su espíritu teatral y exuberante, introdujo una nueva dimensión a la arquitectura, utilizando elementos decorativos como esculturas, relieves y dorados. El Barroco se caracteriza por su dinamismo, su sentido de movimiento y su gusto por el dramatismo. Ejemplos emblemáticos de esta época son la Iglesia de San Carlos de las Cuatro Fuentes en Roma y la Iglesia de los Inválidos en París.

Neoclásico y Art Nouveau: La Nostalgia por la Antigüedad y la Belleza de lo Natural

El Neoclasicismo (siglo XVIII), inspirado en la arquitectura clásica griega y romana, se caracterizó por la sobriedad, la sencillez y la búsqueda de la belleza ideal. Edificios como el Panteón de París y la Casa Blanca en Washington D.C., son ejemplos de este Nuevo Clasicismo: el gusto por la proporción, la simetría y la geometría.

El Art Nouveau (finales del siglo XIX y principios del XX), en cambio, se inspiró en la naturaleza y en las formas orgánicas. La fluidez de las líneas, la utilización de materiales como el hierro forjado y el vidrio, y la integración de la arquitectura con el entorno natural son características distintivas del Art Nouveau. La Casa Milà en Barcelona y el Palacio Stoclet en Bruselas son ejemplos emblemáticos de esta tendencia.