
Ashurbanipal: El Rey que Erigió un Palacio de Gloria en Nínive
La arquitectura mesopotámica, surgida entre los ríos Tigris y Éufrates en la antigua Mesopotamia (actual Irak), es una de las primeras expresiones arquitectónicas de la humanidad, que se desarrolló desde el cuarto milenio a.C. hasta la conquista persa en el siglo VI a.C.
Caracterizada por el uso del ladrillo como material principal, la arquitectura mesopotámica se distingue por su monumentalidad y su fuerte simbolismo religioso. Sus construcciones más representativas son las zigurats, torres escalonadas dedicadas a las divinidades, que reflejan la cosmovisión mesopotámica.
Los palacios, residencias de los reyes y centros de poder, se caracterizaban por su gran tamaño y su decoración elaborada, que incluía relieves y pinturas. Los templos, dedicados a los dioses, se construían en forma de zigurats o en estructuras rectangulares con patios y altares.
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Leer másEn esta sección, te invitamos a explorar el legado de la arquitectura mesopotámica, descubriendo sus principales características, sus técnicas de construcción y su influencia en la arquitectura posterior.